Vuelve el formato Big Band con la Orquesta La Pascasia

Desde los años veinte hubo en todo el país coqueteos y experimentos con el formato denominado Jazz band, pero no fue hasta 1939 que la fiebre por las Big bands se propagó por los principales centros urbanos de la nación. La mecha la encendió la Orquesta Casino de la playa de Cuba, fue la primera Big band tropical y su gira latinoamericana de 1939 incluyó conciertos en Cartagena y Barranquilla; allí estuvieron músicos como Pacho Galán, Lucho Bermúdez, Antonio María Peñalosa, entre otros. Ellos junto a otros personajes nacionales y extranjeros tomaron instrumentos y técnicas estadounidenses, cubanas y locales para empezar a definir la Big band colombiana.

Medellín fue uno de los epicentros de la música desde finales de los cuarenta en Colombia; los clubes sociales, hoteles y sitios de entretenimiento nocturno contaban con su grupo musical de planta, casi siempre era una Big band. Los testimonios de músicos de la época coinciden en que al principio de la noche se hacía música “americana”, que no era otra cosa que el jazz bailable que estaba de moda en los años treinta y cuarenta, para después rematar la noche con repertorio local: porros, boleros, cumbias, guarachas y merecumbés. El Hotel Nutibara, el Club Medellín, el Club Unión, el Club Campestre, el Tambo de Aná y muchos otros espacios sociales de entretenimiento acogieron a exitosas orquestas de la época: Lucho Bermúdez, Italian Jazz, los Hermanos Martelo, Orquesta Sonolux, entre otras.

Ya para los años sesenta la aparición de fenómenos como el rock, la salsa y el vallenato, sumados a los cambios en la economía mundial, apartaron las Big bands del público masivo; pasaron a ser obra de quijotes y nostálgicos por la elegancia y la riqueza musical del formato.

En el 2016 la Orquesta La Pascasia reúne a jóvenes promesas y obstinados veteranos de la música en Medellín, también a instituciones ociosas y empecinadas por mantener y enriquecer la vida cultural de nuestra villa. El repertorio es diverso: jazz, bolero, música colombiana, rock y otros géneros.

A partir de este miércoles 6 julio y cada quince días, esta tropa de quijotes y kamikazes con modestas pretensiones se dará cita en La Pascasia para ofrecerle a la ciudad un poquito de elegancia sonora, un laboratorio para los músicos, un plan nuevo en semana, un refugio para los nostálgicos.

Acompáñennos, su aporte será voluntario mientras vemos cómo va funcionando este experimento que aspiramos sea de largo aliento.

Anterior
Anterior

Comienza la Gira Que Te Mareas de Música Corriente por España

Siguiente
Siguiente

La Pascasia celebra su primera subasta de arte contemporáneo